En el artículo de esta semana queremos explicarte qué es el envejecimiento saludable y activo y por qué es tan importante.
Pues bien, tener un envejecimiento activo y saludable, significa que las personas, aún siendo de edad avanzada, puedan participar en la sociedad de acuerdo con sus necesidades, capacidades y deseos. Significa aprovechar al máximo las oportunidades de tener buena salud mental y física, sentirse bien emocionalmente y disponer de un entorno social favorable.
Envejecimiento saludable en el mundo
Todas las personas, en todos los países del mundo, deberían tener la oportunidad de vivir una vida larga y saludable. Sin embargo, los entornos en los que vivimos pueden favorecer la salud o ser perjudiciales para ella.
Los entornos influyen mucho en nuestro comportamiento, nuestra exposición a los riesgos para la salud (por ejemplo, la contaminación atmosférica o la violencia), nuestro acceso a una atención sanitaria y social de calidad y las oportunidades que nos brinda el envejecimiento.
El envejecimiento saludable consiste en crear entornos y oportunidades que permitan a las personas ser y hacer lo que valoran a lo largo de su vida. Todo el mundo debería experimentar un envejecimiento saludable.
Envejecimiento saludable
¿Qué es la capacidad funcional y cómo se relaciona con el envejecimiento saludable?
La OMS define el envejecimiento saludable como «el proceso de desarrollar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la edad avanzada». La capacidad funcional consiste en tener las capacidades que permiten a todas las personas ser y hacer lo que tienen razón de valorar. Esto incluye la capacidad de una persona para
- satisfacer sus necesidades básicas
- aprender, crecer y tomar decisiones
- tener movilidad;
- construir, mantener relaciones y contribuir a la sociedad.
La capacidad funcional se compone de la capacidad intrínseca del individuo, de las características pertinentes del entorno y de la interacción entre ellas.
La capacidad intrínseca comprende todas las capacidades mentales y físicas a las que puede recurrir una persona e incluye su capacidad para caminar, pensar, ver, oír y recordar. El nivel de capacidad intrínseca está influido por varios factores, como la presencia de enfermedades, lesiones y cambios relacionados con la edad.
Los entornos incluyen el hogar, la comunidad y la sociedad en general, y todos los factores que los componen, como el entorno construido, las personas y sus relaciones, las actitudes y los valores, las políticas sanitarias y sociales, los sistemas que los apoyan y los servicios que aplican. Poder vivir en entornos que apoyen y mantengan la propia capacidad intrínseca y la habilidad funcional es clave para un envejecimiento saludable.
En las residencias de mayores de Grupo Santa Rita trabajamos para que nuestros residentes puedan desarrollar todas esas aptitudes que, pese a tener dificultades, intentamos que potencien. Queremos que los mayores se sientan felices, autónomos y activos. Hacerles sentir útiles y que los necesitamos es el mejor regalo y cuidado que podemos ofrecerle.
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¡Te esperamos en el próximo artículo!